(Caracas,
08/07/2013).- El concepto de ciencia útil es compartido por un sector
de investigadoras e investigadores del país, pero no es potable para
otra parte de esa comunidad que dedica su vida a la creación de
conocimiento entre libros, modelos e instrumentos de laboratorio.
La
idea de “ciencia útil” es defendida por José Luis Berroterán,
viceministro de Formación para la Ciencia y el Trabajo del Ministerio
del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI) y
presidente del Observatorio Nacional de Ciencia,Tecnología e Innovación
(ONCTI). A su juicio, el Estado tiene todo el derecho de definir en qué
ámbitos se debe investigar para resolver los problemas del país, y
decidir además a qué sectores dedicará la mayor cantidad de recursos.
De
acuerdo con el servidor público, las ciencias básicas no son las
cenicientas de este periodo histórico. Por el contrario, asevera que
están en buen momento, mas insiste en que no pueden desvincularse de su
aplicación. Sobre este y otros temas conversó Berroterán con el Correo
del Orinoco.
CIENCIA PARA LA SOBERANÍA
El
viceministro calcula que 80% de la investigación a escala nacional es
realizada por las universidades; mayormente, por las consideradas
tradicionales. “Nuestras universidades más numerosas en estudiantes,
como es el caso de la Bolivariana y de la Unefa, no están haciendo una
investigación muy bien dirigida a obtener unos resultados que puedan ser
impactantes en el sistema nacional de ciencia, tecnología e
innovación”, admitió.
Sobre
este punto, enfatiza que montar un sistema de investigación no es
inmediato, y que el país optó por comenzar por “vencer el fantasma de la
falta de cupo”. Ahora “tenemos que ir a la calidad de la formación”,
acotó. “Hay que aumentar ese nivel de formación, y para ello debe
hacerse investigación también en las instituciones. Es necesario que
nuestras universidades bolivarianas incorporen sustancialmente el eje de
investigación y de innovación”.
Sin
embargo sí ha habido cambios en el sector científico, acotó. “Cuando
comenzamos el Programa de Estímulo a la Investigación e Innovación
(PEII) había unas 25 personas incorporadas” de la Universidad
Bolivariana de Venezuela. “En este momento ya está llegando a 400. Es un
aumento importante”.
En
las universidades tradicionales, critica el servidor público, la
investigación “responde a los grandes centros internacionales
generadores de información”.
-¿Estados Unidos en particular?
-Estados
Unidos, Inglaterra, Alemania. Esos tres países son muy condicionantes
en todas las grandes tendencias de generación de conocimiento.
-¿La línea de investigación de las universidades la dictan esos tres países?
-La
dictaron a través de varios elementos. El primero, la formación que
tuvimos los profesores universitarios, que cuando veníamos era a
continuar con la filosofía y la forma de hacer ciencia para la cual
fuimos formados. El Estado no tenía una política de ciencia, tecnología e
innovación que respondiera a la demanda del Estado, sino que era una
ciencia, tecnología e innovación ofertista. Yo quería investigar cómo
era la fijación de carbono en una planta y lo hacía, publicaba artículos
científicos, tenía proyectos financiados por el Conicit o desde el
exterior.
En
síntesis, “se hacía una investigación que no necesariamente estaba
dirigida a las prioridades nuestras”, sino que respondía más “a las
inquietudes del individuo, que a la vez es exponente de una forma de
hacer ciencia e investigación producto de estos grandes centros que lo
han formado”.
-¿La inquietud del individuo no es válida también para hacer ciencia?
-Es
válida, y creo que se ha hecho investigación importante. Yo soy
universitario de toda la vida. Pero no necesariamente tiene que ser una
investigación dirigida a darnos soberanía, a solucionar nuestros
problemas agroalimentarios, a dar más para tener más desarrollo
tecnológico. La investigación básica (física, química, matemática) es la
tercera área del conocimiento más numerosa en el PEII. La primera son
las humanidades; la segunda, economía.
POR LAS BÁSICAS
-¿No había antes una ciencia hecha en función de las prioridades del país?
-Claro,
porque no existía una política del Estado que definiera hacia dónde
dirigir esa ciencia y tecnología. Si José Luis Berroterán tenía la
visión de que lo más importante era investigar para solucionar el
problema de alimentación, entonces hacía una investigación importante.
Pero también debemos considerar que esa investigación que se realizó,
que podía ser muy aplicada, no fue aprovechada porque no existía un
sistema de ciencia, tecnología e innovación que permitiera aprovechar
ese conocimiento que se generó para implementarlo y hacerlo realmente
útil.
Ahora
en el MCTI, sostiene Berroterán, “tenemos la visión de la parte
aplicada de la ciencia; es decir, elevar prototipos a formas
productivas, demostrar que son útiles y llevarlos a formas productivas y
hacer seguimiento de todo lo que se está generando como resultado”.
-¿Cuáles son las áreas definidas como prioritarias?
-Hay
12, de las cuales 4 se han definido como las primordiales:
agroalimentación, energía y electricidad, vivienda y urbanismo y
seguridad ciudadana. En estas áreas hay prioridad para investigar a
escala nacional, pero eso no quiere decir que no se va a financiar en
salud, en lo social. Esas otras áreas siguen siendo consideradas
prioritarias.
-Si
no hay ciencias básicas, usted lo sabe mejor que yo, tampoco hay
posibilidad de lograr lo que el país pueda necesitar en un momento
determinado. ¿Se están descuidando las ciencias básicas?
-No las estamos descuidando.
-Pero no está entre las prioridades.
-Las
ciencias básicas siempre deben estar vinculadas con su aplicación.
Tiene que hacerse una ciencia básica que pueda ser usada, vincularse con
una investigación que pueda ser aplicada. Uno puede desarrollar
cualquier teorema. Newton y quienes desarrollaron ideas básicas han
tenido mucha utilidad.
-Pero con la visión que usted plantea no tendrían cabida en Venezuela.
-Sí
tienen cabida. Lo que tenemos es que tener la claridad de qué se puede
aplicar. Eso indudablemente hay que mantenerlo. Yo defiendo la promoción
de la ciencia básica, pero que sea una ciencia básica vinculada con las
otras ciencias aplicadas. Si voy a realizar un ensayo de física, ese
ensayo tiene que estar vinculado con la construcción de instrumentos, o
ayudar para elementos energéticos o elementos vinculados con la
electricidad, la resistencia de materiales. Son principios muy básicos
que pueden tener una gran utilidad; hacia allá tenemos nosotros que
avanzar.
-Hay gente molesta. Hay grupos molestos por esa definición.
-Pero,
¿hacen ciencia? Cuando le digo que las ciencias básicas son la tercera
categoría de reconocidos en el PEII es porque están haciendo ciencia,
porque si ellos no tienen proyecto de investigación no pueden ser PEII.
-¿Usted diría que la ciencia básica no está paralizada?
-No está paralizada. Seguro que no está paralizada.
-¿Está en su mejor momento?
-Yo
creo que está en un buen momento, porque es el momento de
transformación, de cambio. ¿Que hay resistencia de los sectores
tradicionales? Indudablemente que sí. Muchas de las opiniones que hay en
este momento son más de posiciones políticas que de realidad.
Igualmente lo estamos viviendo ahora con el problema universitario. El
problema universitario es más el problema de una posición política, que
de reivindicaciones económicas. Igualmente nos pasa con los amigos de
ciencias básicas, que tienen una serie de proyectos, hacen proyectos, y
no obstante cada vez que pueden señalar que son apartados o no son
incorporados, lo hacen, pero realmente no es así.
-¿Hay proyectos de ciencias básicas en desarrollo?
-Sí hay proyectos, y más de lo que podía existir anteriormente.
-¿Más que en la Cuarta República?
-Más. Muchísimo más.
CONOCIMIENTO EN LAS REGIONES
El
MCTI lleva adelante los encuentros regionales de ciencia, tecnología e
innovación. En el último, realizado en Barinas, se expusieron 55
prototipos. “Hicimos una evaluación, y 70% tiene interés” para escalar.
Berroterán detalló que uno de los proyectos es una cosechadora de
cereales y leguminosas autopropulsada, que “estamos financiando”. Otro
es el desarrollo de pizarras electrónicas con software libre, también
con recursos del ministerio mediante el programa de apoyo a las
innovadoras y los innovadores.
En
Valencia se efectuó otro encuentro de ciencia, tecnología e innovación
en el que se mostraron 85 prototipos. “Es interesantísimo cómo, con el
reciclaje de papel, se hacen mesas que parecen similares al granito. Ya
eso está en producción”, anunció.
http://www.oncti.gob.ve/index.php?option=com_flexicontent&view=items&cid=38&id=4376