lunes, 30 de octubre de 2017

Para el debate de ideas económicas Por: Fernando Eleazar Hernández

Desde hace un tiempo medio vengo reflexionando públicamente y entre compañeros sobre el tema económico, no escapa la temática por supuesto de las confrontaciones ideas-lógicas de cada persona según el velo con que mire su realidad concreta. Lo cierto es que tiene que haber un línea base para hacer un análisis generalizado, y esa base coincide con el promedio nacional, regional, local o mundial, con el objeto de prospectar la conveniencia que requiera lograr la sociedad.
Mucho antes de Marx se manejaba fluidamente el término economía política, claro está se estudiaba a profundidad milimétrica las relaciones del hombre con su entorno y como se afectaba su conducta, pero como reconocemos en el devenir del tiempo y los intereses geohegemónicos fueron desligando los términos economía y política, y como Marx lo dijo se vulgarizó la economía. En sentido estricto no podemos separar la economía de la política, y es entonces en este plano complejo donde surgen confrontación de ideas-lógicas.
Es una realidad objetiva la crisis económica que atraviesa nuestro país, que como he dicho arriba necesariamente también es política. Lo tangible de las crisis económicas se manifiesta en la vicisitudes del pueblo para lograr estar-bien común: transporte, alimentos, vestido, vivienda, recreación, ocio, comunidad, entre otros variados aspectos de la vida. Y las crisis política son manifiestas cuando ese pueblo común no logra apropiarse y empoderar sus capacidades operativas – estratégicas del circuito transustancial que modela su conducta individual y colectiva.
Ahora bien en las aulas de clases se vulgariza la economía, en la realidad no se puede. Son dos fuerzas (economía - política) que no pueden tensar en sentido contrario. Puede ser que hoy sea el momento político (otros analizarán el momento político) para que de una vez se concrete las ideas originarias de Chávez de entregarle poder al pueblo, poder para apropiarse de las capacidades tangibles y potenciales que existen en nuestras regiones. Es hora para que ese pueblo que son tuercas y tornillos de la máquina electoral pase a ser engranaje del circuito transustancial que modela su conducta: es decir, pueda empoderar la política, la educación, la ley y el Estado.
Enhorabuena llegue el momento que se transfieran medios de producción, distribución, mecanismos de recaudación, financiación y gobierno al pueblo para que como mencioné pase a ser engranaje y correa del sistema. Vendrán elecciones universales, directas y secretas para asumir el poder del Estado clásico más "cerca" del pueblo, sería un buen ejemplo de lo que aquí expreso que la ANC desmonte el Estado clásico llamado alcaldías, sería un buen ejemplo que lo político trascienda el festín electorero. Y de una vez las alcaldías sean asumidas por el pueblo. Parafraseo a Chávez, un gobierno revolucionario de izquierda no puede temerle al pueblo.
fernandoeh14@yahoo.es


Disponible en; https://www.aporrea.org/economia/a254387.html
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